Más testimonios
«Cuando comenzamos Aitana no leía ni escribía con 5 años, a parte de su inmadurez, su negatividad tampoco ayudaba mucho, pero cada vez que íbamos a una sesión de terapia visual salía como una niña nueva, le estaban enseñando a leer, escribir, a quitarse esa muralla de negatividad. A ser “un poco feliz” a través de la terapia. Los resultados fueron alucinantes: lectura al 100%, escritura 100 %, su problema de lateralidad superado, buena actitud, ahora quiere leer, escribir, es súper creativa, quiere vivir, quiere ser feliz. Sinceramente en la última revisión con Pilar, vi que mi niña no era la misma que cruzó aquel primer día la puerta. ¡Gracias por estar ahí día a día en nuestras vidas os queremos!»
Madre de Aitana Salvador 5 AÑOS
«¡Los resultados fueron “buenísimos” me gusta mucho leer, me siento seguro en el colegio y no lloro! Aprendo mucho mejor, no me mareo. Soy capaz de hacer todo solo sin ayuda de mi madre. ¡Soy feliz!»
Hugo Valero 11 años
«Con el tiempo y el trabajo, fui mejorando mis capacidades visuales y eso me ayudó a confiar más en mí misma y trabajar cada día más, hasta llegar al día de hoy donde mis problemas han desaparecido y puedo tener un rendimiento escolar normal. Con esta carta finaliza una etapa muy importante en mi vida en la que digo adiós a todos esos problemas de estudio y abro una nueva etapa en la universidad.»
Carmen Cañadas 18 años
«La metodología que utilizan es muy activa, motivadora para los pacientes y para las familias, con reconocimientos de logros, premios… que han ayudado a nuestra hija a mejorar, no solo en la lectura sino en su actitud hacia ella, tiene mayor seguridad en ella misma a la hora de realizar las tareas. Todo está cuidado al más mínimo detalle. Muchas gracias a todas.»
Padres de Blanca Herreros. 7 años
«Mathew era un niño inteligente pero conforme ascendía de curso sus resultados no correspondían con su esfuerzo y poco a poco se iba desanimando incluso llegándose a creer “tonto”. Hemos hecho el esfuerzo durante un año de realizar terapia visual en el centro de Pilar. Los resultados se han notado, ha mejorado notablemente su velocidad lectora y su escritura, la comprensión lectora y su organización espacial. Ya no tiene dolores de cabeza y su autoestima se ha visto reforzada y afianzada en este tema. Por todo esto, recomiendo este centro y por supuesto, mi más sincero agradecimiento a todo el equipo de profesionales y en especial a su terapeuta por su paciencia y profesionalidad. GRACIAS»
Paloma G. Belmonte, madre de Mathew, 8 años.
«Al final el esfuerzo valió la pena porque así mejore la vista y me acostumbre a las lentillas y gané muchas medallas por completar los ejercicios y gracias a mi esfuerzo pude alegrarme un montón.»
Juan Benayas 7 años
«Antes no sabía leer con fluidez ni tampoco escribir bien. Con mi trabajo gané las medallas y la copa. Todos los días en casa hacíamos terapia visual y en la consulta me ponían retos y me gustaba mucho estar con mi terapeuta. Gracias a Pilar llevo lentillas y he estado muy feliz. Con mucho cariño os doy las gracias.
Os quiero.»
David Sáez, 7 años.
«Yo creía que no iba a poder leer bien en mi vida y también creía que nunca iba a poder hacer los deberes yo sola, pensaba que era una niña tonta. Mi seño me dijo que yo no era tonta y que lo único que me pasaba era que no leía bien, se me ponía el papel borroso, me saltaba de líneas, me liaba cuando había muchas letras juntas, usaba el dedo para no perderme, también me daba vergüenza leer en voz alta. ¡¡Vinimos al centro de Pilar y ya no me pasa nada de eso, he conseguido hacerlo todo sola, hasta los deberes!!
Gracias a Pilar y a todas las que trabajan con ella, mi madre, mi padre y mi hermano.»
Carmen Cabrera Belda 9 años
«A mi hijo de 9 años le diagnosticaron parálisis cerebral con 8 meses, cuando llegamos al centro de Pilar fue realmente tranquilizador conocer a alguien que sabe cómo tratar a niños con problemas cerebrales, porque al final la experiencia con estos niños es lo que hace que las terapias funcionen. Poco a poco y trabajando muy duro nos dimos cuenta de que realmente todo el esfuerzo y tiempo que llevábamos iba dando sus frutos y veíamos como los objetivos cada vez eran más ambiciosos. Conseguimos que leyera y escribiera perfectamente y que pudiera mantenerse en una silla sin marearse. Conseguimos que mantuviera la cabeza más recta y que la visión se fuera preparando para el momento de estar de pie, erguido… Han sido 2 años muy duros, de tiempo invertido y mucho trabajo, pero han sido increíblemente preciosos. Un beso y un abrazo a todas.»
Madre de Emilio Biota 9 años.
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En nuestro centro tratamos, tanto niños como adultos con diferentes problemas visuales.