Un caso real de problema de aprendizaje provocado por una INSUFICIENCIA DE CONVERGENCIA
Quiero compartir con vosotros un caso que en este momento todavía está presente en nuestro centro, pienso que es muy ilustrativo de un problema visual muy común y desafortunadamente poco diagnosticado como es la INSUFICIENCIA DE CONVERGENCIA.
Se trata de A., un niño de 10 años, inteligente que viene a nuestra consulta después de haber dado muchas vueltas por otros profesionales.
Las palabras de sus profesores y de sus padres son las mismas “este niño no está desarrollando todo su potencial, pero no sabemos por qué”.
Típico caso que acaban pensando que es un niño vago, ya que todas las pruebas siempre demuestran que es muy inteligente sin embargo, no se demuestra en sus resultados académicos.
A. se pasa horas y horas para hacer los deberes. Su madre, que es quien tiene que estar con él, se desespera cuando llega la hora de la cena y todavía no han acabado. Es hasta tal punto, que a diferencia de otros padres, los padres de A., han decidido que no vaya a ninguna clase extra escolar porque ya tiene suficiente con el colegio. No tiene tiempo para nada que no sea colegio, ni siquiera para jugar. Su autoestima es muy baja, A. se da cuenta que trabaja mucho más que sus compañeros pero sus resultados no son buenos.
La queja principal es la dificultad en la lecto-escritura, así como problemas de atención. La mamá tiene miedo que acabe diagnosticado de TDA, como la mayoría de los niños que conoce con problemas en el colegio y que la única solución que les dan es la famosa “pastilla mágica”, pero ella no piensa que sea una solución para su hijo. Lo que más le preocupa es la autoestima y la apatía en la que poco a poco se está metiendo.
Al hacer el cuestionario a A., nos dice que se salta de línea al leer, que tiene que leer muchas veces para entender lo que lee y que a veces” las letras le flotan en la página”. Cambia palabras y se cansa al leer, no le gusta nada.
La escritura es otro suplicio, le da vergüenza como escribe, pero por más caligrafía que hace, no mejora nada.
Al hacer el examen visual encontramos una agudeza del 100% en lejos y cerca, y sin embargo un problema muy grande para converger.
Cuando le acercamos uno objeto a 60 centímetros le molesta mucho mirarlo y a 40 cm ¡ve doble!
¿Cómo pretenden que A. pueda leer? ¿Y mucho menos enterarse de lo que lee?
¿Y la atención? Pues no es muy fácil mantener los ojos en el papel cuando ves doble enseguida.
¿Y por qué no lo ha dicho antes? Porque nadie se lo ha preguntado .A. siempre ha visto de esta manera, así que si no se le hacen las preguntas adecuadas, él no va a pensar nunca que los demás vemos diferente.
Esta es la historia de A., pero también es la historia de cientos de niños en todo el planeta, de hecho es el problema visual más estudiado y aceptado como tal, e incluso su tratamiento con terapia visual, como pueden ver en este enlace.
A, realmente tenía un problema de insuficiencia de convergencia pero provocado por problemas de enfoque en cerca, así que le pusimos unas lentes especiales de rendimiento en forma de bifocal y propusimos un plan de terpia visual optométrica. Después de 12 sesiones de terapia visual, trabajando mucho y con mucha constancia tanto en consulta como en casa, y lo más importante, con una grandísima motivación e implicación, A. ya no le flotan las letras, ya no se pierde de línea, acaba los deberes mucho antes y sin peleas, se entera de lo que lee y abajo pueden ver la evolución en su escritura.
Todavía le queda camino por recorrer en la terapia, puesto que para automatizar las habilidades se necesita tiempo, y porque A. tiene un grandísimo potencial y sus padres quieren que sigamos trabajando con él dentro de nuestra disciplina hasta que su sistema visual esté al máximo de su potencial. Sí, de su potencial, porque es de eso de lo que va la terapia visual optométrica, de ayudar a las personas alcanzar su máximo potencial a través dela visión, porque la visión es muy poderosa si se utiliza bien, recordemos que el 80% de toda la información que recibimos al día es a través del sistema visual, y que hay conexiones visuales y áreas dedicadas a visión en todos los lóbulos cerebrales.
Sin embargo, si tenemos un sistema visual que no funciona bien, lo que tendremos es un terrible hándicap, porque si su beneficio es increíble, su freno también lo es. Por eso debemos de estar seguros de que los problemas de rendimiento que tengamos nosotros o nuestros hijos, no sean debidos a un problema en el sistema visual, a pesar de ver 100%.
La insuficiencia de convergencia, es un caso muy claro pero hay otros muchos problemas visuales que si no se diagnostican adecuadamente pueden estar escondidos toda la vida, y ser el culpable de no ser lo que pudo ser.
Si hacemos clic en estas imagenes podemos observar, aunque la calidad de la imagen no sea del todo buena, la evolución de la caligrafía de A., el antes y el después.
22 enero, 2014
Prima eres un crack. Un beso